El patio de la casa ya sea interior o exterior es una de la partes en las que más tiempo se pasa durante el verano. Y el lugar ideal para recibir visitas. Por eso no puedes tenerlo muy desatendido. Cierto es que durante el invierno no apetece estar muy pendiente de él. Pero llega el buen tiempo y nos encontramos con un patio mal cuidado y en el que nos da vergüenza salir con nuestros amigos.
Para que esto no ocurra, lo mejor será que no tengas muchas plantas en el patio, sólo las justas para impedir que en invierno o bien se congelen o adquieran dimensiones desproporcionadas.
Para empezar, decide cómo va a ser el diseño de tu patio. Puede ser estilo andaluz, con muchas flores o más minimalista con muebles sencillos a la par que cómodos. Elijas uno u otro ten cuidado. No te pases con las plantas sobre todo si no tiene muchas dimensiones, porque si optas por esta opción quedará muy cargado. Y sin embargo si prefieres un estilo más moderno, asegúrate que los muebles están preparados para sufrir las inclemencias del tiempo en invierno, tanto la lluvia como el frío puede dañarlos si no se trata de buenos materiales.
En cuanto a los sofás y sillas que pongas, trata que sean lo más cómodas posible. Recuerda que vas a pasar muchas horas en ellos. Trata de decorar las sillas con reposeras, o cojines de colores brillantes que harán más agradable la estancia en ellas.
Para el resto del patio, trata de poner maderas naturales que soportarán mejor las inclemencias del tiempo. No debes olvidar las sombrillas, un objeto muy codiciado en verano.
Si quieres que sea aún más completo, puedes incorporar lámparas ecológicas que dan al patio un toque más chill-out o una pequeña barbacoa con la que sorprender a tus invitados cuando vayan a comer.
El patio parece una estancia secundaria, pero no hay que abandonarla. De hecho puedes convertirla en el lugar perfecto para pasar una velada imborrable.