Estreñimiento, consejos para evitarlo

Estreñimiento, consiste en un inconveniente que afecta a muchas personas y cuya solución acostumbra a ser considerablemente más simple de lo que semeja. Es suficiente con continuar estos consejos. El estreñimiento es un inconveniente muy extendido. Conforme la Fundación De España del Aparato Digestivo (FEAD) afecta a entre un doce y un veinte por ciento de los adultos de este país (más mujeres que hombres).

Mas, a pesar de esto, la mayor parte de personas creen poder solventarlo sin asistir al médico, pensando que es suficiente con cuidar la dieta, algo que en ocasiones es insuficiente. Solo una minoría de las personas con este inconveniente procuran ayuda médica, lo que provoca que haya un enorme desconocimiento sobre el tema, no solo en torno a su solución, sino más bien asimismo con respecto a sus consecuencias.

Bastante gente no evacua todos y cada uno de los días y es una cosa que no supone ningún inconveniente. Comienza a preocuparte si lo haces menos de 3 veces a la semana Para iniciar es preciso acotar qué es el estreñimiento. La primera cosa que tendremos que conocer, es que no es una enfermedad, sino más bien de un síntoma que puede manifestarse por muchas causas, y que debe comenzar a preocuparnos si evacuamos menos de 3 veces a la semana.

De un tiempo a esta parte, hemos sufrido un bombardeo promocional con la idea de que hay que ir al baño diariamente, razón por la que debemos adquirir todo género de comestibles ricos en fibra. Mas la verdad es que bastante gente no evacua todos y cada uno de los días y es una cosa que no supone ningún inconveniente. Existe la idea bastante extendida de que las heces que se amontonan en nuestro intestino grueso y no somos capaces de expulsar nos terminan intoxicando.

Esta “autointoxicación intestinal”, no tiene base científica pero si genera malestar psicológico en la persona consciente del estreñimiento.

Dicho esto, si no consigues evacuar un mínimo de 3 veces por semana, debes preocuparte por mudar una serie de hábitos.

El primer consejo: una dieta rica en fibra ayuda a la regularidad para ir al baño.

Si padeces estreñimiento debes comer frecuentemente legumbres, cereales integrales, verduras, frutas (son singularmente ventajosas las desecadas) y los frutos secos. Se recomienda tomar a diario entre veinticinco y treinta gramos de fibra de diferentes fuentes. dos. Se acostumbra a charlar mucho de la necesidad de comer fibra, mas no tanto de que ciertos comestibles promueven el estreñimiento.

Es el caso del arroz blanco y otros hidratos de carbono refinados, los plátanos poco maduros, el té, el queso y el chocolate. Toma un vaso de agua ya antes de acostarte a fin de que se ablanden las heces y otro solamente despertarte para alentar el intestino.

Haz ejercicio. Cuanto más intenso sea, mejor. cinco. Jamás retrases tu visita al baño cuando tengas ganas de evacuar.

Toma café, sobre todo por las mañanas. Estos fáciles consejos sirven a la mayoría de la gente para eludir el estreñimiento, mas hay personas que, por múltiples razones, deben recurrir a los laxantes.

Es verdad que el abuso de los laxantes a lo largo de muchos años puede dañar los nervios del colon y los músculos del aparato digestivo. Es algo de lo que no podemos abusar sin vigilancia médica.

Generalmente, el estreñimiento es un inconveniente pasajero que se genera por llevar una dieta pobre en fibra, tener una vida sedentaria, tomar poco agua, retardar la defecación, viajar mucho o bien padecer agobio, mas a veces, cuando el inconveniente se carnifica, sus causas pueden ser menos evidentes (y los antídotos no siempre son exactamente los mismos). Es importante ir al médico si los consejos frecuentes no marchan.

El estreñimiento puede estar ocasionado por inconvenientes neurológicos como el párkinson o bien la escleroris múltiple, desordenes metabólicos como el hipotiroidismo o bien la diabetes, enfermedades graves como el cáncer de colon o bien ser el efecto no buscado de determinadas medicaciones, como determinados géneros de opioides, antidepresivos, anticonvulsivos o bien antihistamínicos.

Generalmente, el estreñimiento como síntoma se supera siguiendo los consejos precedentes, mas en ocasiones el inconveniente es más complejo. Cuando su origen es, por servirnos de un ejemplo, la flojera muscular o bien un inconveniente inquieto, la fibra puede aun empeorar el inconveniente. Cuando el estreñimiento se cronifica, sus causas pueden ser menos evidentes (y los antídotos no siempre y en toda circunstancia son exactamente los mismos.

Efectúa ejercicios de respiración diez veces al día y recibir un masaje abdominal sobre el colon al día, relaja los músculos y ayuda a evacuar con normalidad.

El estreñimiento es considerado normalmente como un inconveniente de escasa relevancia, aun algo normal. Se trata de un inconveniente muy frecuente en la sociedad actual debido, sobre todo, a la carencia de ejercicio y la dieta que proseguimos.

En el momento en que nos referimos a él, generalmente no damos una sola definición. Bastantes personas piensan equivocadamente que una deposición diaria es indispensable, llegando a preocuparse exageradamente por el número de deposiciones, por su aspecto o bien aun por la consistencia.

El estreñimiento en las personas mayores

Con respecto a los mayores, la relevancia del estreñimiento se encuentra en su frecuencia, en los inconvenientes que puede causar y en de qué forma afecta a la calidad de vida. El estreñimiento real en este conjunto de población es bien difícil de conocer, puesto que no siempre se consulta con el médico y muchos mayores se automedican, tomando esporádicamente, algún género de laxante.

El estreñimiento se define como la evacuación bien difícil o bien inusual de heces. La defecación acostumbra a ser dolorosa necesitando un esmero excesivo por ser las heces demasiado duras y secas.

Señalar que los límites objetivos que se consideran como normales en lo que se refiere al número de defecaciones acostumbra a situarse entre tres deposiciones cada día y tres deposiciones semanales.

Como factores predisponentes en los mayores hay que señalar que con la edad el tránsito intestinal (el paso de los comestibles por el cilindro digestible) acostumbra a ser más lento.

Se pierde fuerza muscular y reduce el reflejo de la defecación, no detectándose las heces en el recto, hasta el momento en que son demasiado grandes para su evacuación normal.

Si a esto agregamos que los ancianos consumen menor cantidad de fibra que el resto de la población; la deshidratación por tomar poquísima cantidad de líquidos; la carencia de actividad física y, en numerosas ocasiones, el empleo continuado de laxantes y la toma de fármacos que pueden estreñir, tenemos como resultado un estreñimiento prolongado e inclusive crónico. El estreñimiento representa un grave problema singularmente para aquellas personas mayores que viven con alguna discapacidad.

Lo habitual es que sea la eliminación voluntaria de la necesidad de evacuar debido a que cuando se genera un reflejo gastrocólico que nos señala esta necesidad, no se puede contestar a él si no se tiene ayuda próxima, con lo que las heces se amontonan de forma gradual en el recto y el colon. El estreñimiento puede clasificarse eminentemente por criterios de duración y de causa, siendo eventual o bien crónico.

Las causas son numerosas y ya se han convocado ciertas. Las más usuales entre los mayores, aparte de los cambios fisiológicos ya nombrados que se generan con la edad, son: La carencia de actividad física y la inmovilidad La nutrición inadecuada tanto en cantidad (anorexia) como en calidad, por una falta de fibra dietética Tomar poco agua La automedicación con laxantes de forma crónica El efecto secundario de ciertos fármacos como antidepresivos, hierro, antiácidos con aluminio, diuréticos, anticolinérgicos o bien opiáceos, como la codeína.

En otras ocasiones no se hallan causas aparentes y se llama estreñimiento idiopático, que puede estar asociado aun a la carencia de un hábito defecatorio. Asimismo hay que meditar en cambios de residencia o bien vivienda, en la imposibilidad de acceder al baño por sí mismo (sobre todo en mayores que viven solos o bien inválidos) y en perturbaciones sensibles. Todas y cada una estas causas han de ser consideradas para procurar eludir graves repercusiones.

De esta manera, el estreñimiento en los mayores acarrea ciertas consecuencias que pueden ser esenciales y graves, sobre todo en los mayores inmovilizados. Aparte de las molestias más frecuentes como el dolor, la flatulencia o bien el malestar en el abdomen e inclusive cefalea y mal humor, las dificultades más señaladas son la impactación fecal o bien fecaloma (acumulación de heces embrutecidas en el recto), las grietas anales producidas por el enorme esmero preciso y por exactamente la misma dureza de las heces, las hemorroides (que no solo son causa sino pueden ser producidas por el estreñimiento) y el megacolon, consistente en la dilatación exagerada del colon, muy frecuentemente debida al empleo crónico de laxantes.

Hay que resaltar aparte la incontinencia fecal, que puede ser provocada de forma directa por exactamente el mismo estreñimiento al acumularse las heces en el fecaloma y generarse una diarrea por rebosamiento. Sobre el tratamiento, que debe individualizarse conforme las peculiaridades de cada persona mayor, hay que establecer un plan de acción ordenado por el médico para procurar eludir nuevamente esta situación.

El estreñimiento se solventa, por lo general, con cambios en la nutrición y en las costumbres o bien hábitos higiénicos. Por este motivo hay que insistir en la corrección de los factores favorecedores y aconsejar medidas higiénico-dietéticas convenientes, promover el ejercicio físico de los mayores y movilizar a los que se hallen acostados, usando laxantes en ciertos casos (siendo los más recomendables para tomar en un largo plazo los lubrificantes.

Es esencial acrecentar la ingestión de líquidos y de fibra vegetal, tomando más frutas y verduras e inclusive agregando salvado de trigo o bien consumiendo comestibles comercializados con suplementos de fibra natural, procurando lograr una frecuencia diaria en las deposiciones. Es muy recomendable que los comestibles se tomen, masticando bien y de forma lenta.

Hay que apuntar que al acrecentar la cantidad de fibra en la dieta puede generarse en un inicio una sensación de incomodidad por la distensión abdominal o bien meteorismo. Si los laxantes se han usado de forma desmesurada pueden ser precisos en los primeros días los enemas de limpieza administrados con un enorme cuidado, eliminando desde entonces los laxantes que se tomaban.

Es esencial “reeducar” el ritmo defecatorio, adoptando un horario regular para la defecación, por poner un ejemplo con intentos diarios al despertarse por la mañana o bien tras las primordiales comidas, y de ser posible con situaciones convenientes para expulsar las heces con el mínimo esmero. Si bien debe ser cada uno de ellos quien escoja la hora más conveniente y recomendable para procurar de forma diaria la defecación.

Con todo lo indicado, si el ritmo defecatorio era normal y la persona mayor se protesta de estreñimiento de unas horas o bien unos poquitos días, lo más recomendable es la exploración por el médico para descartar la posibilidad de una obstrucción intestinal. De este modo, hay que valorar el hábito y ritmo defecatorio así como la aparición de capítulos de estreñimiento o bien su continuidad a lo largo del tiempo, la nutrición y otros factores que puedan incidir sobre el estreñimiento, como la carencia de movilidad física.

Se debe indicar que por lo general nos olvidamos de las peculiaridades del baño. Puede ser preciso amoldar el inodoro dejándolo a una altura conveniente y poniendo asideros para mayor seguridad. La limpieza conveniente y el mantenimiento de la privacidad si la persona mayor no precisa ayuda son indispensables.

Con esto se quiere destacar que quizá lo más esencial sea poder evacuar de forma agradable, no insistiendo tanto en una frecuencia concreta. La preocupación excesiva de las personas con respecto a las deposiciones en lo que se refiere a su frecuencia y consistencia les puede conducir a usar laxantes de forma excesiva.

Existen diferentes géneros de laxantes, cada uno de ellos con unas propiedades, unas indicaciones y unas contraindicaciones diferentes, y deben emplearse con cautela y siempre y en toda circunstancia bajo control médico, puesto que pueden interferir en la absorción tanto de comestibles como de fármacos, y trastocar de forma grave e inclusive de forma irrecuperable las estructuras inquietas del intestino grueso, singularmente del colon.

Asimismo pueden provocar graves pérdidas de proteínas con las consecuencias que esto acarrea. Como serie de consejos para eludir el estreñimiento es aconsejable: Aportar suficiente cantidad de fibra y agua en la nutrición diaria consumiendo más frutas, verduras y legumbres o bien asimismo de harinas integrales Acrecentar el consumo de aceite de oliva Promover la movilidad y el ejercicio a través de paseos o bien con masajes abdominales en personas que se hallen en cama o bien inmovilizadas.

El estreñimiento infantil

Como cuidadores es nuestra responsabilidad, cuidar su nutrición En la mayoría de los casos, la causa del estreñimiento infantil acostumbra a ser de origen funcional, esto es, por una nutrición incorrecta. Por ende, su dieta va a ser la base tanto para prevenir para reducir este inconveniente cuando aparezca. Ofrécele diariamente comestibles ricos en fibra, fruta, verduras, legumbres y cereales.

Tu hijo debería tomar al día 5 raciones de frutas y verduras. Si no sabes de qué manera conseguirlo, toma nota de los próximos consejos:

Dale en ayunas un vaso de agua tibia y un jugo de naranja con pulpa y también incluye en su desayuno pan integral con mermelada o bien miel y ochenta gramos de queso fresco –eso sí, ya antes de añadir a la dieta cereales integrales consulta con el pediatra para saber exactamente en qué cantidad lo puedes hacer–. Puedes alternarlo con galletas con fibra integrales o bien pan con aceite de oliva.

En el momento de la cena, prepárale platos ligeros como pescado al horno con 2 rodajas de piña, un puré de lentejas clarito o bien rollos de jamón y puerro cocidos, así como alguna pieza de fruta. Las que más le son convenientes son las peras, fresas, naranjas, ciruelas, higos, piña o bien kiwis. Intenta acrecentar su consumo de agua. Una ingesta de agua conveniente favorece el movimiento intestinal, reduciendo el estreñimiento.

Consulta con el pediatra la posibilidad de incluir algún yogur o bien lácteo con efecto bífidus en su dieta, y ofréceselo para merendar o bien como postre. Puedes preguntar muchas recetas sanas en nuestro buscador de recetas para bebés y pequeños.

El estreñimiento suele ser más molesto, que preocupante, aun así, como cuidadores, podemos ayudar a que estos consejos se lleven a delante para que este problema se suavice tanto en niños, como ancianos y personas en situación de dependencia.