Qué debes saber sobre el incienso

El incienso es algo de lo que mucha gente habla y que poca gente conoce. Vamos a comenzar a hablar de esto precisamente. El incienso es una sustancia aromática que se da gracias a unos árboles resinosos y que es muy utilizada para eventos religiosos. La palabra incienso puede usarse para referirse al perfume que se produce ante la combustión del propio incienso. Sus primeros usos se recogen en la antigüedad. Entre los egipcios era usado por las clases altas, con más de una forma de uso, tanto para momentos religiosos, como para el maquillaje de las egipcias, o te pensabas que tenían ya lápiz de ojo, para hacerse esas líneas tan marcadas como las que se han podido ver en dibujos. Conforme fue pasando el tiempo, el uso del incienso se hizo más común en todo el mundo. Muchas culturas le aportan a esta sustancia hasta propiedades medicinales y lo incorporaron a diferentes ritos religiosos con fin de aportar paz y serenidad a esos momentos. Y en relación a esas sensaciones, se convirtió en una sustancia muy presente a la hora de la meditación. 

Pero vamos a hablar un poco de su historia:

En el antiguo egipcio su uso era muy importante tanto en sus costumbres como en sus rituales. Es más, las diferentes y selectas hierbas y los ingredientes del incienso se decía que tenía propiedades místicas. Los médicos egipcios durante las prácticas médicas lo usaban para expulsar posibles demonios que se encontraran o bien en la persona como en la estancia. También lo usaban para honrar a sus dioses, de hecho, en vasijas encontradas en las cámaras funerarias de Tutankamón, se han encontrado diferentes tipos de incienso que conservaban en buen estado. 

En el mundo budista, es uno de los aromas más buscados. No en vano, era de los productos más buscados, de hecho, puede ser uno de los primeros productos que se importaron de Arabia y Egipto. Su mayor uso lo dan los budistas del Tíbet, donde en los ritos de iniciación de los monjes es quemada esta sustancia, además de ser usado en las celebraciones en los monasterios o templos budistas. Su uso está orientado a invocar el apoyo de los espíritus. Hoy en día tiene un uso diario. Para los tibetanos se usa como costumbre social, para bodas, bautizos y muchas más ceremonias. 

Este incienso es uno de los más antiguos y naturales existentes actualmente en el mundo. Es un incienso de alta calidad, hecho a mano y en Nepal. Es un incienso sin fósforo ni ningún tipo de ingredientes tóxicos. Tiene una alta calidad y está realizado con un material selecto, como es el sándalo rojo, blanco, la canela o el azafrány con el resto de componentes recolectados a mano y secados al sol. Realizado como mandaban las fórmulas más secretas. 

También tiene un largo recorrido y un importante uso tanto en el judaísmo como en el cristianismo. Ya es mencionado en lecturas hebreas y hasta en el evangelio. Se cree que la nube que crea al ser quemado, simboliza la purificación y la limpieza, y la forma de ascender se relaciona con la ascensión del alma y el revestimiento de la justicia de Cristo. En ocasiones también se usa para honrar los objetos sagrados o para dar un acompañamiento festivo a los eventos religiosos. Además, incienso hace que todos los sentidos participen en las experiencias litúrgicas, orientando nuestro cuerpo y espíritu a una introspección o una meditación, que nos acerque de alguna forma más espiritual a Dios. De hecho, en el cristianismo es tan común su uso que hasta hay incienso denominado cofrade, muy utilizado en la Semana Santa. 

La composición del incienso más común es: 

  • Copal: resina extraída por exudación de las plantas de Copal. Su origen es americano. Es de color ámbar pero no tiene olor para poder usada con esencias y aceites aromáticos. 
  • Mirra: Es una resina gomosa con aceite esencial de mirra, lo que le da ese olor tan especial. La mejor es la que proviene de Arabia y África. Fue uno de los regalos que llevaron los Reyes Magos de Oriente a Jesús cuando nació, según la Biblia. Además de su misticismo, tiene otras propiedades como ser estimulante, antiséptico o tónico. 
  • Benjuí y Estoraque: Es un tipo de resina. En América es llamada estoraque y en Asía benjuí, pero son en términos generales lo mismo. 
  • Incienso puro u Olíbano: Goma resinosa de color rojizo o amarillo y con un olor muy particular al quemar. Lo produce un árbol de Etiopía que se llama Olíbano. Se ha utilizado en numerosas ceremonias religiosas. Y fue muy apreciado en la antigüedad por nuestros antepasados para embalsamar fallecidos. 
  • Ruda: Es un arbusto aromático con un olor muy especial. Es originario de países mediterráneos orientales y de Asía. No es incienso como tal, es una esencia que se extrae de las hojas, pero al ser mezclado con resinas da ese olor tan particular. 
  • Ámbar: Resina fosilizada de color amarillento procedente de unos pinos ya desaparecidos. Al ser quemada tiene un olor muy profundo y agradable. Es un material utilizado también en joyería y se utiliza para elaborar amuletos. 
  • Gálbano: Resina de color amarillento de color gris. Tiene un aroma muy fuerte y muy penetrante y su uso debe de ser moderado o si no mezclado. 
  •  Almáciga: En este caso se obtiene de un arbusto llamado lentisco. Y representa la pureza por su aspecto blanquecino y transparente. 
  • Goma arábiga y tragacanto: La primera es amarillenta pero casi transparente y se extrae de acacias en Arabia. El tragacanto también es gomoso, de color blanquecino y proviene de Persia y Asia Menos. Las dos son resinas inodoras lo que las hace ideales para ser mezcladas con otras sustancias que den el olor. 
  • Incienso “universal” Es el más común hoy en día, mezcla de muchas de estas sustancias. Se presenta en diferentes formas para que pueda ser quemado en diferentes soportes, y poder ser utilizado en todo tipo de eventos o en momentos simplemente, que pretenden tener un olor más especial o un ambiente más espiritual. 

Por cierto, si necesitas un porta incienso, desde aquí te recomendamos este.

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